domingo, 13 de julio de 2008

Una modelo denuncia el impago de cien euros tras participar en una orgía

La mujer respondió al anuncio de una fotógrafa, que le dijo que debía acudir tras beber unas cervezas. Allí consumió alcohol y drogas y participó en actos sexuales.


Una supuesta modelo de 30 años y nacionalidad argentina ha presentado una denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía en la que reclama el impago de cien euros tras haber participado en diversos actos sexuales y haber consumido sustancias alcohólicas y estupefacientes, todo ello de forma voluntaria. Las actividades se llevaron a cabo en una vivienda de Sant Antoni, a la que la denunciante acudió tras responder a un anuncio de búsqueda de modelos para fotografías. La Policía Nacional, que no tenía claro la existencia de delito en los hechos denunciados, ha trasladado el caso a la Guardia Civil, dada la ubicación geográfica del domicilio.

Fuentes próximas al caso informaron de que la denuncia fue interpuesta el pasado mes de abril. La mujer encontró un anuncio en un periódico en el que una fotógrafa buscaba modelos. Ella concertó una cita y acudió al lugar, que resultó ser el sótano de una vivienda ubicada en el término municipal de Sant Antoni.

Una vez allí, la supuesta fotógrafa le dijo que se desnudara y tras verla le dijo que servía para el trabajo, siempre según el relato de la víctima. Le indicó que debía volver al día siguiente tras haber consumido cuatro cervezas de una marca concreta y que el trabajo estaba relacionado con una especie de aparato para la medición o el control de la orina.

Al día siguiente, la modelo regresó al sótano tras haber bebido las cervezas, como le habían indicado. Allí, la fotógrafa le colocó un aparato en la cabeza con unos cables que las fuentes consultadas no supieron precisar para qué utilizaban. La sometió a una prueba de alcoholemia y, dado que «no había bebido suficiente», le dijo que se tomara otras dos cervezas, lo que ella hizo de forma voluntaria. Más tarde, y «como no estaba suficientemente ebria», la animó a beberse dos chupitos. La fotógrafa portaba una especie de aparato en el oído mediante el cual podía escuchar órdenes que le iban dando.

La mujer relata que perdió el conocimiento y que cuando se despertó había un hombre en la estancia. Le dijo que se quitara la ropa interior porque iba a «inspeccionarle la vagina», a lo que ella no se negó, sino que siguió sus instrucciones. Él le comentó que «tenía una infección pero que avisarían al médico». Después le indicó que debía esnifar dos rayas de cocaína y, aunque dudó, porque no lo conocía, decidió hacerlo.

De nuevo perdió el conocimiento y al volver en sí se encontró a la supuesta fotógrafa junto a ella en la posición sexual del 69. Al principio se mostró reacia a responder a sus pretensiones, aunque finalmente accedió. Por su parte, el hombre le dijo que le hiciera una felación y después la penetró.

Finalmente, la denunciante afirmó que estaba cansada y que se marchaba del lugar. Las otras dos personas le dieron 25 euros para el taxi, que se le descontarían de los 100 euros que le iban a pagar, y le indicaron que tenía que volver al día siguiente porque la prueba del aparato de la orina «no había salido bien».

En su denuncia presentada en abril ante el Cuerpo Nacional de Policía, la mujer reclama que no le abonaron los cien euros que le debían y que no la llamaron al día siguiente para continuar con el trabajo, que según ella debía seguir durante otros dos días.

Tras el traslado de la denuncia a la Guardia Civil dado que el domicilio donde supuestamente ocurrió todo está en el marco de sus competencias, será este cuerpo el que deba poner en marcha la investigación para esclarecer los hechos si considera que puede haber algún tipo de delito.

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