No hace falta ser demasiado ecologista para no sentir lástima ante esta bárbara escena. Miles de mapaches mueren cada año en China en aras del negocio mundial de las pieles. A muchos de estos pobres animales los despellejan vivos, pues llegan sin rematar al desolladero a causa de la mala calidad de la tecnología que emplean los matarifes. En este mercado de la ciudad china de Chonghu, en la provincia de Zhejiang, exponen las pieles de los mapaches como trofeos de la crueldad. Las calles se convierten en verdaderos museos del horror. Como se aprecia en la fotografía, las pieles son desinfectadas antes de venderse.
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